Y llegó nuestra estación favorita. Tras el éxito de Un día de verano y Un día de invierno en Meet BCN, llega la tercera parte de la saga. Mayo es un mes de colores, los días se alargan, las calles se llenan de gente y las terrazas, de sonrisas. La primavera tiene algo especial y en Meet BCN se respira alegría y optimismo. Esto de levantarse a las 7:00 h ya empieza a no ser tan duro, pues abrir la ventana y ver ese solazo te alegra el día. Tras ducha y desayuno, sales de casa hacia el coworking para pasar un día de primavera en Meet BCN…

Café en mano y música en los oídos, llegas al espacio de coworking con una sonrisa de aquellas que auguran un gran día o que revelan un fin de semana espectacular. Abres la puerta y te encuentras con las primeras caras, se ve que esto de sonreír está de moda hoy, porque no eres el único. Que suban las temperaturas, ya no tengas que traer chaqueta y puedas irte a tomar algo con los amigos después del trabajo no tiene precio.

Pero llegas a tu mesa y la cara de tu compañero es más bien de otoño… Aunque no quieres entrometerte en su vida, su aparente mal humor te obliga a hacerlo. Se ve que la primavera no sienta igual a todo el mundo. Después de un intento desesperado de animarlo con una sonrisa, un abrazo y un golpecito en la espalda, te rindes. No hay gesto que lo haga despertar, pero entonces te viene a la cabeza una anécdota que te ocurrió el sábado por la noche. Le explicas lo larga que fue la noche, aquella cena, aquel vino, aquel gin-tonic, aquel pub, ella… De pronto su cara empieza a cambiar y tras su paso por el invierno, le das la bienvenida a la primavera.

No hay nada como llegar al coworking y ponerte al día de lo que mucho que has disfrutado del fin de semana. La hora de la comida es lo mejor: sesenta minutos de charlas, risas, desconexión, alegría y felicidad. Pero todo lo bueno tiene un final y aquí es un número: 15h. La tarde siempre es un poco más dura de llevar, empiezas a oír los coches de la gente que ha terminado la jornada y vuelve a casa, las calles empiezan a llenarse de gente y a ti te entran unas ganas locas de levantarte y salir a que te toque el aire. Cuando estás a punto de separar el culo de la silla, suena el teléfono y así, como quien no quiere la cosa, acabas de recibir otro cliente para tu empresa. Ahora sí que te puedes levantar con total tranquilidad, seguridad y felicidad.

Hoy es tu día y lo sabes. Al salir por la puerta de Meet, te encuentras con tres coworkers más. Uno propone ir a tomar una cervecita en alguna terraza de Enrique Granados. ¿Lavadora? ¿Los platos? ¿Ir a correr? No hay obligación que te impida disfrutar de un atardecer en buena compañía en una de las mejores ciudades del mundo. Ya ves, ¡nos has contagiado tu optimismo! 😉