Pero mira como beben los peces en el río… El tiempo pasa volando y en un mes ya es Navidad. Parecía ayer cuando estábamos tomando el sol en Formentera, visitando el Coliseo de Roma o descubriendo el verano londinense, pero de esto ya hace casi medio año. Aunque nos quejemos a menudo de lo lentas que pasan las horas delante del ordenador, los días tienen alas y vuelan. Hoy mismo, a las 19.00h, las calles de Barcelona se iluminarán y de golpe y porrazo estaremos en tiempo de villancicos, familia y Reyes Magos.

En un espacio de coworking, la Navidad se vive de una forma especial. ¿Por qué? Fácil: porque somos una familia. Estamos juntos casi todos los días del año, comemos uno al lado del otro, nos explicamos las aventurillas del fin de semana, nos contamos los planes para las vacaciones, nos confesamos los sueños que tenemos y, sobre todo, nos reímos muchísimo. Compartimos espacio, momentos e historias, de manera que por Navidad estamos obligados a hacer algo especial. Tendréis que esperar unas semanas para saber qué se está cocinando este año

Coworker de Meet BCN que estás leyendo esto: tenemos que decirte que –aunque suene a tópico– aquí la Navidad es sinónimo de alegría. Meet no es un espacio de coworking más, aquí sentimos un especial cariño por nuestros coworkers y por fechas navideñas nos encanta poderos regalar un detallito de estilo Meet. Y de un regalo a otro regalo. Porque no entendemos la Navidad sin Amigo Invisible. ¡Cómo nos gusta regalar aquella pequeña tontería que levantará la risa de todo el mundo…!

Si no hay Navidad sin Amigo Invisible, tampoco hay Amigo Invisible sin Cena de Navidad. Una noche única, genial, divertida, especial y emocionante. Pocas veces en todo el año tenemos la oportunidad de coincidir todos y montar una gran fiesta, y la cena de Navidad es una de ellas. Este año vamos a cambiar un poco y probaremos un menú oriental; pasados los postres llegará el momento más esperado de la noche: pondremos cara al Amigo Invisible y, como remate final, tendremos que mover un poco el esqueleto para bajar la súper cena que nos habremos zampado con unos bailecitos.

Visto así, ¿no os entran ganas de que llegue por fin la Navidad? Nosotros ya hemos empezado la cuenta atrás… 😉