“Vengo de donde hay un río, tabaco y cañaveral, donde el sudor del guajiro, hace a la tierra soñar…”. Bueno, no son exactamente sus palabras. Nos has pillado, en realidad son el grupo de música Orishas, pero es que escuchando a Manuel Alonso, a uno no le viene otra cosa a la cabeza. Este cubano de 34 años cruzó el charco hace cinco veranos para cerrarse en el sótano de un laboratorio y, como quien no quiere la cosa, hacer un doctorado. No soporta aburrirse y su sueño en esta vida es –fácil, sencillo y rápido de decir- vivir felizmente.
Biólogo computacional y experto en telecomunicaciones, Manuel aterrizó hace cuatro meses en Meet BCN como ingeniero de integraciones para una empresa de recargas internacionales de móviles de prepago. Manuel no es de los convencionales: “Como todo el mundo dice que prefiere la primavera, yo voy a decir otoño”. Y escoger tampoco es lo suyo: “Soy tanto de día como de noche”, “soy de mar y también de montaña”… ¿Para qué quedarte con uno si lo puedes tener todo? Él lo tiene claro, el azul le inspira libertad, el verde, entusiasmo y el rojo, como no, comunismo. Pero eh, que quede claro: “¡Esto no me define!”.
¿En qué consiste tu trabajo?
Por una parte, me encargo de realizar análisis de datos de la compañía enfocados a inteligencia de negocio. El objetivo de estas investigaciones es intentar mejorar las estrategias de marketing de la empresa. Por otra parte, desarrollo programas que permitan conectar a nuestra empresa con operadores móviles para realizar recargas en todo el mundo.
¿Antes de llegar a Meet BCN conocías el coworking?
No tenía ni idea de lo que era. Llegué a Meet BCN porque la empresa que me contrató tiene aquí su espacio de trabajo. Tras cuatro meses en este coworking, puedo decir que la experiencia es muy interesante y me he llevado una grata sorpresa.
¿Por qué?
Trabajar con personas que se dedican a cosas completamente distintas a lo que hago yo crea un ambiente de curiosidad por lo que hacen los otros. Además, el hecho de que aquí la mayoría somos emprendedores o autónomos permite conocer a gente con iniciativa y con perspectivas de negocio muy interesantes. Y no solo eso, también la mezcla de personas procedentes de distintos países favorece mucho el intercambio de comunicación.
¿Para ti, qué es lo más importante de un espacio de coworking?
Valoro muchísimo que haya un ambiente relajado, de camaradería y amistad. Esto hace posible que aquel que trabajaría solo desde casa se sociabilice y conecte con posibles clientes y/o colaboradores para su negocio.
Y de Meet BCN, ¿qué es lo que más valoras?
Las buenas relaciones que tengo con las personas que trabajan en el espacio, la comodidad por el tipo de equipamientos que tenemos, la ubicación céntrica de este coworking, lo fácil que es acceder a él y, sobre todo, por el personal que hay dentro. Además, siempre hay sonrisas en Meet y esto es muy positivo.
¿Qué le aconsejarías a una persona que quiera formar parte de un coworking?
Que intente integrarse a la comunidad. Aunque todos hagamos cosas distintas, estamos muy cohesionados e integrados. Esto se nota a la hora de la comida, ya que comemos todos en la misma mesa y pasamos muy buenos ratos. En definitiva, que intente disfrutar de los otros miembros del espacio, porque hay muy buen rollo.
Meet BCN es…
Alegre, intenso y acogedor.
¿Recuerdas alguna anécdota que te haya ocurrido en Meet BCN?
Una tarde, sobre las siete, cuando yo solo llevaba una semana en Meet, me encontré a Armin, uno de los coworkers, por el pasillo disfrazado con un sombrero de pirata. Yo ya me iba cuando le pregunté: “Eh, ¿vas a conquistar Barcelona?”. Armin dijo muy seguro de sí mismo y con un claro acento alemán –que intento reproducir con todo lo que me permite el teclado-: “¡Sí, voy a conquis-tar a to-das las chi-cas gua-pas de Barcelo-na!”. Yo pensé: “Pues, suerte, hahaha”. Armin es único e imprescindible aquí. 😀