“Todo lo que no debes hacer si no quieres ser la persona más odiada en un espacio de coworking”. Bajo este título hay un artículo de lo más atrevido pero, a la vez, realista. La Vanguardia presenta las seis normas imprescindibles para garantizar la convivencia dentro de un espacio de coworking. Y pensaréis: ¿cómo saben los periodistas de La Vanguardia lo que se cuece en una oficina compartida? Pues a través de declaraciones de personas vinculadas al coworking que les han proporcionado toda la información. Una de ellas, ¡Meet BCN! ¿Qué habremos dicho que han considerado fundamental?
Tenemos que confesarlo: el tema estrella es la limpieza. “No vayas a calentar tu comida y vuelvas con tu oloroso táper a la mesa. Ten en cuenta que lo que a ti te parece delicioso para otros puede ser un hedor pestilente y desagradable”, afirman desde La Vanguardia, después de que les confesamos que al buen coworker le gusta comer en la cocina para no molestar con olores al resto de compañeros y lavar sus platos, cubiertos y vasos tras una agradable y divertida hora de la comida. Y es que es cierto: ¡cómo os gusta ser coworkers ejemplares…!
Otro tópico que explicamos a La Vanguardia es el del coworker simpático: “No cuesta nada decir ‘¡hola!’, ‘¡buenos días!’ o ‘¡hasta mañana!’”, aseguran desde el rotativo. Y es que nosotros les dijimos que los coworkers que entráis por la puerta cada día con un buen saludo nos alegráis el comienzo de la jornada y nos aportáis felicidad y optimismo.
Y ahora es cuando llega el tema más delicado: el baño. También nosotros hemos inspirado a los periodistas para que dejaran claro que…”a la hora de usar el baño, ¡no dejes tu firma, gracias!”. Quizás suene un poco contundente, pero nuestra voluntad era defender que el baño limpio, sin rastro alguno, puede ser también un sitio donde inspirarse. ¿Cuántos de nosotros no hemos encontrado alguna vez en la vida la solución a un problema mientras estábamos en el baño? Eso sí, seguro que aquel baño nos lo encontramos limpio.
Según el rotativo, a estas normas de convivencia tendríamos que añadir la necesidad de usar los cascos para escuchar cualquier tipo de música o vídeo para no molestar al resto de coworkers. Además, tendríamos que tener más cuidado con no acaparar los espacios públicos, sobre todo de la cocina: los demás coworkers no tienen la culpa de que comas poquito y vayas acumulando comida en la nevera… Y la última norma se refiere a no abusar de los servicios del coworking. Claro que podemos recibir paquetería, ¡pero no podemos convivir con veinte paquetes diarios esperando día tras día que entres por la puerta y, tras una gran sonrisa, recojas todas tus cosas!
¡Pues sí, con todas estas normas no podríamos estar más de acuerdo!