Nos conocimos en Meet BCN hace ya cinco años. Nos gustaba hablar de lo que fuese y empezamos a descubrir que teníamos cosas en común. “¿En serio también le gusta esto?”, pensaba cada vez que coincidíamos en gustos. Al principio me lo guardaba para mi pero un día admití que mi pueblo favorito de Catalunya era el mismo que el suyo, que el teatro me apasionaba, igual que a él, y fue entonces cuando nos encontramos.
Soy Gemma, content manager de Meet BCN y, con mucha vergüenza, escribo este post. No se me da muy bien esto de ser protagonista…, pero quería escribir un artículo un poco más personal que el resto de publicaciones de la página web, aunque muy sincero. Y explicar mi historia en primera persona, porque el primer capítulo fue en Meet BCN y ha llegado hasta hoy, pasando por… ¡una boda! Hace ya cuatro días del “sí quiero” y seguimos con el resacón de emociones vividas.
Es bien verdad que uno no tiene ni idea de dónde puede encontrar a la persona con quien compartir la vida. ¿Quién me iba a decir a mí el primer día que entré en Meet BCN que allí la encontraría? De hecho, Isa –la fundadora del espacio– me preguntó si conocía el concepto de coworking y reconocí que no sabía muy bien en qué consistía. ¡Qué desastre! Aun así, me contrató y empezamos a construir nuestra amistad en un espacio bonito, cómodo, céntrico y con muchísima luz.
El escenario era perfecto y con los coworkers formábamos una auténtica familia. El contexto perfecto para descubrir a Marc. Porque cuando uno está a gusto en un sitio, es feliz, y cuando es feliz transmite esa energía especial que le da luz, y cuando se ilumina se come el mundo, y cuando se come el mundo se da cuenta de que alguien le está mirando con una cara especial. Así es como pasó.
Cinco de amistad, cuatro de pareja, tres viviendo juntos. Estos años han sido increíbles, y empezaron con mi llegada al coworking. Nunca olvidaré lo importante que es Meet BCN para mi. No solo por haber encontrado a Marc, sino porque la Meet family ha sido y es un pilar en mi vida. Quizás estoy un poco moñas después de lo vivido este fin de semana pasado –¡dejadme vivir unos días en esta burbuja!–, pero nada más lejos de la realidad: ¡os quiero muchísimo, familia!