El concepto “start up” se encuentra a la orden del día dentro del mundo emprendedor. Si no estamos familiarizados con la jerga de este sector, sin embargo, es muy probable que nos parezca que nos hablan en otro idioma. Y, de hecho, así es.

El término inglés start up puede traducirse fácilmente como “poner en marcha”. Así pues, solemos identificar este modelo de negocio con empresas emergentes e innovadoras. Pero… ¿sabemos realmente qué es una start up?

Para poder entender el concepto un poco más a fondo, la mejor opción es identificar cuáles son los rasgos principales que caracterizan este tipo de empresas. ¡Vamos a ellos!

Empresa de nueva creación

Como bien podemos intuir ya por su nombre, una start up es un modelo de empresa que se encuentra en fase inicial o de edad temprana.

Grandes gigantes como Google, Facebook, Amazon, Uber o Airbnb empezaron como ideas de negocio sencillas que fueron capaces de crecer exponencialmente y hacerse un hueco en el sector emprendedor hasta convertirse en compañías totalmente consolidadas.

Sin embargo, no toda start up corre la misma suerte. Algunas start ups consiguen convertirse en empresas estables, pero muchas otras no logran prosperar como esperaban y desaparecen.

Carácter innovador y tecnológico

La innovación es una parte indispensable del ADN de cualquier start up. Se extiende a todos los ámbitos relacionados con esta, desde el tipo de propuestas e ideas que desarrolla hasta la propia cultura empresarial y los procesos productivos que emplea.

Además, todo ello se sustenta en un fuerte componente tecnológico y digital que les permite evolucionar de forma constante y adaptarse rápidamente a las necesidades del mercado en el que opera.

De esta forma, cuando tratamos de identificar qué es una start up, asociaremos este concepto necesariamente a una empresa con ideas novedosas y disruptivas. No se trata de copiar modelos de negocio ya existentes, sino de ofrecer soluciones realmente creativas y diferentes que generen impacto y auténticos cambios en la sociedad.

Modelo de negocio escalable

Otra de las características fundamentales para definir qué es una startup es la existencia de un modelo de negocio escalable.

¿Pero a qué nos referimos exactamente cuando hablamos de escalabilidad? Esta particularidad hace referencia al crecimiento potencial que tiene este tipo de empresas para triunfar en grandes mercados, sin comprometer su estructura, recursos o esfuerzos.

Así pues, las start ups tienen la capacidad de crecer de forma exponencial y a gran velocidad, aunque hay quienes consideran que teóricamente dejarían de considerarse start ups cuando logran consolidarse en grandes compañías.

Costes reducidos

En su fase inicial, una start up necesita pocos recursos humanos, productivos y económicos para arrancar. Su base tecnológica y digital, además, facilitan a este tipo de empresas alcanzar un público más amplio y lograr beneficios mayores en un tiempo mucho menor que el que necesitaría una pyme o empresa tradicional.

Aunque la inversión que necesita una start up en las primeras etapas de vida suele ser mínima, el potencial de crecimiento de este tipo de negocios suele atraen a grandes inversores que ofrecen financiación externa. De esta forma, no es extraño ver como algunas start ups innovadoras dan el salto a importantes rondas de inversión y consiguen aportaciones de business angels, conocidos también como inversores de proximidad, o fondos de venture capital o capital de riesgo.

Coworking, el mejor entorno de trabajo para el desarrollo de una startup

Los espacios de coworking son uno de los lugares de trabajo predilectos para la mayoría de start ups. Más allá del ahorro económico evidente que suponen en gastos de alquiler y suministros frente a una oficina de trabajo tradicional, el coworking ofrece muchas más ventajas que no pasan desapercibidas por este tipo de emprendedores.

Uno de los principales reclamos que ofrece el coworking para cualquiera de sus miembros es el ambiente emprendedor que reina en estos espacios. Los coworkings son auténticas incubadoras de ideas y generan un ambiente productivo e inspirador que potencia la creatividad de toda su comunidad. Las start ups, además, pueden conseguir valiosísimos contactos, sinergias y referencias gracias a la colaboración entre los miembros de un coworking.

Y por si fuera poco, los coworking también son la solución perfecta para cuidar la imagen y reputación de tu empresa. Disponen de salas de reuniones para realizar encuentros con socios o clientes y ofrecen ubicaciones estratégicas y de renombre para domiciliar cualquier compañía. Se trata de soluciones sencillas pero efectivas para proyectar una imagen consolidada y profesional.