Ser un buen líder no es para nada tarea fácil. No por ser un tipo duro tienes un perfil mucho más de líder que otra persona sin un carácter tan fuerte. Ya hemos dejado atrás la era de los jefes sin escrúpulos y ahora para ser un buen líder hace falta algo más que personalidad. ¿Puedes tú ser un gran líder? ¿Qué habilidades debe tener un líder para ser bueno?

Comunicación. Por encima de todo, un líder debe saber transmitir los valores de la empresa, los objetivos y las acciones que se deben tomar. La comunicación es, sin lugar a dudas, la palabra clave para cualquier líder, ya que el peso de su capacidad de liderazgo reside en su capacidad para transmitir mensajes y saber dar a conocer las noticias con mano izquierda. En este sentido, es fundamental que los jefes no solo emitan mensajes, sino que también sepan escuchar los comentarios, preocupaciones o sugerencias de sus trabajadores.

Ejemplo. Por mucho que no quiera, un líder siempre se encuentra en el punto de mira, así que cualquier cosa que diga, haga o proponga será juzgado para bien o para mal. De esta forma, para ser un buen líder es necesario dar ejemplo y tolerar las críticas. En resumen, el líder debe tener pleno conocimiento de la empresa, conocer a sus empleados y acertar con sus decisiones, si no es el caso, las malas lenguas empezarán a hablar…

Motivación. Ser productivo sin estar motivado es prácticamente imposible. Los jefes se olvidan a menudo que la motivación de sus empleados está en sus manos y que, en consecuencia, también el rendimiento de su empresa depende de ellos. Si los trabajadores son felices y se sienten cómodos en su espacio de trabajo y a gusto con los profesionales que les rodean, las cosas saldrán bien. En este contexto, es fundamental la actitud motivadora y entusiasta del líder.

Empatía, tolerancia, responsabilidad, oratoria y mucho más. Con un carácter fuerte no se garantiza una liderazgo de calidad. Además, cada vez se valoran más aptitudes como las habilidades comunicativas y la inteligencia emocional con los trabajadores, pues el buen rollo en la empresa es hoy día una ventaja competitiva. ¿Crees que reúnes todas las cualidades necesarias para ponerte al frente de una empresa? Sé auténtico, directo, motivador y transmite los mensajes con destreza. Solo así conseguirás que tu negocio sea productivo y que todo el mundo quiera trabajar en él.