Sabemos perfectamente, porque nuestro entorno es prueba de ello, que ser emprendedor no es nada sencillo. Emprender un proyecto, lanzarlo al mercado y que sea bien recibido es muy fácil de decir, pero llevarlo a cabo supone caer en errores y aprender de ellos. Como queremos que te salves de ellos, te presentamos algunos de los peores errores que cometen los emprendedores. ¡Toma nota!
Mala comunicación. Los humanos vivimos de la comunicación con otros humanos. Estamos hechos de palabras y mensajes, razón por la cual es necesario saber expresar bien lo que quieres para que el público al que te diriges te entienda. Para ofrecer un producto, debes comunicar a la perfección el producto, la marca, los valores, sus ventajas y tantas otras cosas, para que el público sepa en todo momento qué es, qué representa y en qué se diferencia de la competencia. Si no haces bien nada de esto, tu producto está condenado al fracaso.
Liderazgo deficiente. Es imprescindible que detrás o en cabeza de un buen producto haya una persona capaz de llevarlo por el camino que conduce al éxito. Un líder tiene que tener habilidades comunicativas, conocimientos que le permitan ser el puntal del desarrollo del producto, perseverancia y voluntad que le permitan ser constante y actitud para afrontar los retos y situaciones complicadas. Si un líder no tiene estas cualidades, el producto está condenado al fracaso.
No aprender de los errores. La dicha está clara: de los errores se aprende. Un error no es el fracaso absoluto del negocio, sino la oportunidad para aprender cómo hacer bien las cosas. Aunque suene a tópico, son muchos los negocios que no prosperan por el simple hecho de considerar que un error los ha llevado al fracaso. Si te rindes o eres lo suficientemente orgulloso como para no asumir un error y aprender de él, tu producto está condenado al fracaso.
Falta de visión a largo plazo. Cuando emprendes un proyecto, debes tener en consideración muchas variables, pero, sobre todo, tienes que prever qué pasará a corto plazo y a largo plazo. ¿Cómo estará el mercado dentro de tres años? ¿Serán las necesidades de la población las mismas que las de ahora? ¿Qué aportará tu producto dentro de tres años? Si no tienes visión empresarial a largo plazo, tu producto está condenado al fracaso.
Son muchos los factores que participan en el fracaso de los emprendedores, pero a menudo responden a una mala comunicación, a una falta de buen liderazgo, a no aprender de los errores cometidos o a no tener en cuenta qué pasará a largo plazo. Tenlo en cuenta, porque aunque sean tópicos recordarlos te puede salvar la vida —o al menos la de tu producto. 😉