Las páginas web están formadas por diferentes tipos de contenido: texto, fotografías, vídeos, infografías… Si bien es cierto que no todas las webs tienen de todo, las palabras siempre están presentes en muchas de las páginas que existen en la red. La mayoría de las informaciones que recibimos tienen como fuente principal los textos. De esta forma, es súper importante –y a menudo lo olvidamos- tener cuidado con la tipografía de los textos. Vamos a explicarte algunos errores que debes evitar cometer. Aunque parezca mentira, en muchos casos vinculamos la presentación de un texto con la calidad y fidelidad de la información que ofrece. ¡Tenlo en cuenta!

Mayúsculas, ¡peligro! El uso y abuso de mayúsculas es de las peores decisiones que puedes tomar si tienes una página web. ¿El motivo? Se puede malinterpretar el tono. Cuando escribimos en mayúscula un fragmento del texto parece que estamos gritando. Además, a nivel visual es terrible, pues el diseño de la página pierde su armonía visual.

El tamaño sí importa. Si quieres que alguien te lea, pónselo fácil: que no tenga que recurrir a una lupa o, por el contrario, se vea obligado a separarse de la pantalla por el impacto de ver una letra de tamaño desmesurado. En este caso, ser mediocre con el tamaño de la letra es la decisión más acertada que puedes tomar.

La creatividad, para las imágenes. Aunque Arial o Times New Roman tienen poco de innovación y creatividad, en los textos para web es mejor no pecar de original y decantarse por los clásicos de las fuentes. Si el objetivo de los textos es informar a los lectores, con un clásico nunca fallarás. Esto también incluye el uso del color. Que no te dé por probar cosas nuevas: opta por el negro de toda la vida.

¿Combinación de fuentes? ¡Ojo! El título y el cuerpo del texto: estos son los dos elementos textuales que forman tu página. Por lo tanto, tienes totalmente prohibido usar más de dos fuentes distintas. Y menos aún, que el cuerpo del texto tenga diferentes tipos de letra. Si tomas la gran decisión de hacer una combinación de fuentes parece que no tengas ganas de que te tomen en serio.

Un interlineado y que sea del bueno. La correcta legibilidad del texto depende de la fuente, del tamaño y del interlineado. Tan importante como escoger un buen tipo de letra es elegir un interlineado que invite a leer y que no produzca la sensación de cansancio. Si las líneas del texto se están tocando, el contenido ya puede ser de lo más bueno que hay, que pocas lecturas tendrá.

Internet es el medio de comunicación por excelencia. Si este es el marco en el que nos encontramos y los textos son la principal fuente de información, debes tomarte muy en serio la tipografía de tus textos porque el éxito de tu página reside, en gran parte, en su armonía visual.