¿Cuántos métodos has utilizado para alcanzar objetivos empresariales? ¿Cuántas noches has soñado con obtener resultados positivos para tu negocio? ¿Cuántas horas has empleado en dar con la fórmula perfecta para conseguir buenos números para tu empresa? No, no nos lo digas, sabemos por dónde van los tiros. Ha llegado el momento de poner punto y final a esta situación y la mejor manera de hacerlo es conociendo la retribución por objetivos: la forma ideal para atraer y retener talento.
De esta manera, la retribución por objetivos es un instrumento muy efectivo que te ayudará a alcanzar determinados objetivos empresariales. Se trata de una estrategia vinculada a logros individuales, pero también a los resultados de la compañía o, incluso, a ambas cosas. Así pues, la retribución por objetivos tiene la finalidad de fomentar el rendimiento de los empleados y el logro de metas a nivel corporativo.
Premiar a los mejores
La gestión del talento es, sin duda, una de las facetas más complicadas de la administración de los recursos humanos, ya que exige saber coordinar a las personas de una organización y hacerlo de un modo inteligente. De esta forma, se pretende que los empleados den lo mejor de sí mismos para así conseguir las metas establecidas.
En este sentido, es fundamental definir las metas y, al mismo tiempo, cuidar las relaciones humanas de forma coherente, siempre dentro de una política de empresa que consiga incentivar y preservar a sus trabajadores –es decir, el activo más valioso de cualquier organización. Una retribución variable bien diseñada puede ser una manera más justa de premiar a aquellos empleados que más contribuyen a lograr los objetivos empresariales. El premio puede ser económico o en especie, pero es importante que se personalice para que funcione como incentivo.
Pero no se acaba aquí: la retribución por objetivos no es solo una herramienta para evaluar el desempeño de los trabajadores, sirve también para decidir cualquier promoción, identificar debilidades que subsanar y establecer nuevos objetivos.
Por otro lado, un buen sistema de retribución variable ha de ser capaz de mantener la sinergia dentro de la empresa como un equipo de trabajo que persigue resultados de forma conjunta, pero también con cada uno de los trabajadores, de forma que estos se sientan satisfechos con su labor y motivados a mejorar día a día.
Establecer los objetivos
Poner en marcha un modelo de retribución variable requiere establecer claramente los objetivos, tanto a nivel individual como global, buscando siempre el equilibrio entre las distintas variables. A menudo es conveniente establecer objetivos que van más allá del logro de una determinada cantidad de ventas o de nuevos clientes, como son el clima dentro de la empresa, la satisfacción del cliente o los beneficios netos de la compañía al final del año.
Los distintos modelos de retribución por objetivos nos dan las pautas para actuar, pero no se trata de aplicarlas de forma literal. La clave es usar estas pautas como guías de orientación para establecer una fórmula adaptada a cada empresa en un momento determinado.
¿Quieres saber más sobre la retribución variable? Esta guía gratuita es fundamental: Retribución por objetivos: Casos de éxito y ventajas y desventajas de todos los tipos de retribución económica, publicada por EAE Business School. En ella se recoge información práctica que te será muy útil para aprender el funcionamiento de este provechoso instrumento.