Pocas cosas más frustrantes hay para un creativo que plantarse delante de un ordenador, un papel, un cuadro… -vaya, o cualquier proyecto en general- y descubrir que tenemos los niveles de creatividad bajo mínimos y no sale nada útil de nuestra cabeza. Si el tiempo no juega precisamente a nuestro favor, vamos listos.

Sabemos que podemos entrenar nuestra mente y que existen trucos, consejos y ejercicios para estimular y mejorar la creatividad. Esta vez, sin embargo, analizaremos precisamente lo que NO debes hacer si quieres ser una persona creativa. ¡Veamos, pues, cuáles son aquellos errores más comunes que ponen freno a nuestra creatividad y que muchas veces cometemos incluso sin darnos cuenta!

La temida página en blanco

Periodistas, escritores, ilustradores, artistas, diseñadores gráficos, publicistas… En realidad, prácticamente cualquier profesional creativo se ha topado alguna vez con una odiosa página en blanco. Se trata del miedo a empezar o del mero hecho de no saber por dónde ni cómo hacerlo. ¿Nuestro consejo? Simplemente empieza. Verás como una vez empieces a trabajar tus ideas empezarán a organizarse y a tomar forma poco a poco.

El miedo es un mecanismo de defensa que nos pone en prealerta ante un posible peligro o situación de inseguridad. Pero no dejemos que nos paralice. ¡También es un buen indicador para saber cuándo salimos de nuestra zona de confort para emprender nuevos retos!

¿Padeces el síndrome del impostor?

¿Piensas que tu éxito se debe a un golpe de suerte? ¿Crees que no estás a la altura y que no eres suficientemente bueno en lo que haces? ¿Todos reconocen tu trabajo y aun así tú piensas que eres un fraude? Si este tipo de pensamientos rondan a menudo por tu cabeza sentimos decirte que padeces el síndrome del impostor. ¿Y sabes qué? Paradójicamente lo sufren personas inteligentes, muy exigentes y altamente capacitadas. Aunque cierta autocrítica resulta útil y constructiva para seguir mejorando, ser demasiado duro con uno mismo produce el efecto totalmente contrario.

No te quites mérito ni subestimes tu trabajo. Has trabajado muy duro para llegar hasta aquí, ¡así que créetelo y deja de boicotearte!

No quieras hacerlo todo a la vez

El multitasking y las distracciones tampoco suelen llevarse demasiado bien con la creatividad. Aunque el ritmo de vida frenético que llevamos todos nos obliga a tener la cabeza en mil y una cosas a la vez, lo recomendable es centrarse en lo realmente importante e ir paso a paso.

Si buscas inspiración, intenta concentrarte en el aquí y ahora. Céntrate en una única tarea o idea y desarróllala.

¿Estancado en la rutina y en tu zona de confort?

Ya lo decía un gran genio: “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. Aunque es totalmente cierto que seguir una buena rutina de trabajo nos ayuda a ser más productivos, la diferencia entre tener una rutina y vivir atrapado en ella queda separada por una línea muy fina.

Cambiar algunos aspectos de nuestros hábitos y salir de la famosa “zona de confort” nos ayuda a estimular la imaginación y conseguir nuevos enfoques y perspectivas. Te recomendamos que hagas actividades distintas, disfrutes de algún hobby que te guste y conozcas gente nueva. ¡Conseguirás una mentalidad más abierta y aprenderás mucho más de lo que imaginas!

Que no te domine el miedo

Miedo a equivocarse, a hacer el ridículo, a fracasar… Vivimos en una sociedad que siente auténtico pavor ante los errores y el fracaso. Parece que todos tengamos que ser perfectos y exitosos desde un comienzo, pero nada más lejos de la realidad. Queremos que te quede claro lo siguiente: equivocarse es algo completamente na-tu-ral. Y quien diga lo contrario, miente descaradamente. Hay que relativizar los errores y, sobre todo, aprender de ellos.

Si el miedo nos paraliza para sacar adelante cualquier proNyecto, ¡ni siquiera tendremos la oportunidad de intentarlo! ¿Acaso existiría Meet BCN y la fantástica comunidad de emprendedores que tenemos en el coworking si nos hubiéramos dejado dominar por el miedo a empezar este apasionante proyecto?