¡Campana sobre campana! Poco más de una semana y ya estaremos todos abriendo los regalos de Navidad. ¡Qué rápido pasa el tiempo! Pero si parece ayer que te estabas rompiendo la cabeza con qué regalar a tus empleados y clientes… ¿Este año aún no lo sabes? ¿Quieres ser original pero la inspiración no ha pasado por tu casa a saludarte? Queremos que tus clientes y trabajadores piensen en ti estas fiestas, así que te presentamos algunas ideas alocadas pero perfectas para esta Navidad. Que sea para mal o para bien, pero… ¡que hablen de ti!
Talonario. Pocos regalos hay en que puedas explotar tu lado más creativo. ¿Quieres sorprender con un regalo distinto? Un vale para una comida juntos en el despacho, otro vale para una barbacoa en casa del jefe, otro para una gran noche de gintonics en la coctelería más chula del barrio… Y así un talonario lleno de vales para el disfrute de tus trabajadores o de tus clientes. Créenos, lo recordarán toda la vida.
Nevera USB. ¿Pensabas que lo habías visto todo? El mundo de los gadgets para ordenador no descansa ni un segundo y hay mentes brillantes que se inventan cosas extraordinarias. ¿La última? Una nevera tamaño lata para que te tomes aquella cervecita que tanto te apetece cada mediodía sin necesidad de tener una nevera en tu despacho. La clave está en tener un ordenador y un puerto USB vacío y… ¡salud!
Reloj de arena. ¿Qué? Sí, sí… Un reloj de arena. ¿Quién no ha jugado alguna vez en su vida al Trivial? ¿O al Party&Co? ¿O al Pictionary? En todos ellos entra en juego la destreza, la habilidad y la capacidad resolutiva. Y todo ello no tendría sentido sin la presión que ejerce el reloj de arena. Señores, estamos delante de toda una arma del mundo laboral. ¿Por qué no motivar a tus empleados para sacar lo mejor de ellos?
Kit de boxeo inflable. La paciencia y el buen humor no son, para nada, fáciles de tener en el trabajo. Un cliente impertinente, una bronca del jefe, una reunión tensa, una llamada absurda… La jornada laboral está repleta de situaciones que generan estrés y mal humor, así que tenemos el remedio perfecto: un kit para que explotes toda tu rabia. Cinco minutos de boxeo y… ¡sonrisa profident!
Si con esto aún dudas, puedes regalar un número de la lotería de Navidad. Y si se te pasa…, siempre te quedará la de El Niño. 😉