Tú. Tu identidad. Tu carta de presentación. Tu vida. Tú. Los nombres no solo nos identifican, también nos diferencian y nos dan personalidad. De la misma forma, es muy importante el nombre que damos a nuestra empresa y producto. Porque… ¿Tú dónde dejarías que te cortasen el pelo: en la Peluquería María José García o en el BuenCorte?
Desde Meet, queremos ayudarte a idear el mejor nombre posible para tu empresa. Pero antes de empezar este largo viaje, una advertencia: vigila con las palabras y su significado en otros idiomas… No vayamos a hacer historia, como pasó con la marca Ford cuando en 1976 decidió poner el nombre de Ford Corrida a uno de sus modelos… Por este motivo, te vamos a dar cinco consejos esenciales que harán que tu negocio penetre en la mente de toooodo el mundo:
Piensa en breve. Algunos hablan de no más de 7 letras, otros dicen que como máximo 3 sílabas. Sea como sea, la cuestión es que la mayoría de las grandes marcas tienen nombres cortos. Lo de Supercalifragilisticoespialidoso fue solo una excepción. ¡Cuánto más corto, mejor: breve, brev, bre, br!
Sorprende. No señor, la originalidad no está sobrevalorada. De hecho, es uno de los componentes fundamentales para el éxito de una campaña, ya que en la diferencia está lo interesante. Nada de nombres genéricos, ni nombres y apellidos de los fundadores. Puede que tiempo atrás fuera acertado, pero ahora es el recurso fácil. ¿No querrás que te consideren el facilón, no?
Que suene bien. Con una buena música, la vida es mejor. De la misma forma, la pronunciación del nombre de tu empresa debe ser lo más musical posible y agradable al oído. Aunque te parezca extraño, el sonido de una palabra puede darte pistas de por dónde van los tiros. Nenuco, Mimosín, Nivea son nombres con sonidos cálidos, ideales para los productos que ofrecen. ¿A tu empresa, qué música le va?
Sé visual. Una imagen vale más que mil palabras y estamos muy de acuerdo. ¿Puedes imaginarte la palabra Coca Cola sin ver la clásica cursiva? ¿Eres capaz de visualizar Vodafone en otro color que no sea rojo? Si has dudado en algún momento es que no nos equivocamos. Es igual de básico escoger un nombre apropiado como lograr una tipología acertada. ¿En negrita y mayúscula?
Hazte recordar fácilmente. Puedes jugar con el tipo de producto que ofreces, con la ubicación en la que estás, con la morfología de la palabra, con el inglés… Pero, cuidado, que un mal uso de estos recursos puede sentenciar tu negocio. Decidas lo que decidas, sobre todo, ten presente que tu nombre tiene que habitar en las mentes. ¡No se lo pongas difícil!
Ante todo, un buen nombre tiene que despertar algo en el público. Emoción, atracción, pasión, alegría, risa… Por el contrario, si tu marca no genera nada, “éxito” será una palabra que por desgracia no estará presente en tu vida profesional. ¿Quién decía que los números eran más importantes que las letras?