Antes de llegar a Meet nos hemos cruzado con una valla publicitaria y nos ha dado que pensar. Hay muchas vallas que pasan sin pena ni gloria por nuestra vida, sin embargo, hay otras que no se olvidan fácilmente. “Meravellosa minoria” decía la pancarta, una campaña del RCD Espanyol que transmite los valores del equipo y que define –consideramos que de forma bastante acertada- la filosofía y esencia del club. Ya vimos en otro post la importancia de las frases de los anuncios. Hoy, inspirados por el RCD Espanyol, queremos descubrir el mundo de las vallas publicitarias analizando qué elementos deben contener para atraer nuestra atención. ¿Preparados?
Personas. Ni las palabras ni los objetos transmiten tanto como hacen las personas. Nos impacta más una cara llorando que una frase melancólica y por mucha sangre que haya, si no vemos a la persona en el suelo no nos quedamos atónitos. Por este motivo, las vallas publicitarias que optan por el protagonismo humano no tienen la necesidad de hacer grandes diseños o llamar la atención con creaciones súper originales.
Ser parte del entorno. Jugar con los elementos externos a la valla es en la mayoría de los casos una decisión acertada y original. En el caso que te presentamos, la luna –y en otro momento del día, el sol- juega un papel decisivo. Lo fácil hubiera sido colocar una bola clavada en la valla, pero el equipo que ha llevado esta campaña apostó por marcar la diferencia y no les ha ido nada mal. Nosotros estamos hablando de ella…
El detalle. Siempre hay algo que nos llama la atención por encima de todo. ¿A que si te sale una cana la ves al segundo de mirarte en el espejo? Pues esto es un poco lo mismo. A menudo las pequeñas cosas son las que nos impactan y las que atraen nuestros ojos. ¿Te has parado a pensar que un pequeño detalle tiene el poder de cambiar las cosas? ¿Si no estuviese sentado encima de la valla aquel señor sería lo mismo?
Originalidad. Todas las vallas que te presentamos son originales, porque persiguen la diferencia, regla de oro para triunfar en el mundo de la publicidad. Además, si tenemos en cuenta que la primera valla publicitaria nació en el siglo XVIII, está claro que el concepto de valla muy original no es. Por este motivo, tienes que ir más allá y apostar por algo diferente, ¿un ejemplo? Añadir elementos que sobresalgan de los bordes.
Exclusividad. Que solo tenga sentido en aquel espacio. Elaborar un diseño único para un entorno concreto no es lo más normal del mundo, pero sí que llama mucho la atención. El ejemplo que proponemos es muy evidente: jugar con el paisaje invita a pararte un segundo y comprobar qué marca hay detrás de una valla exclusiva como esta. ¿Tu también tienes curiosidad?
Fusionarse con el entorno, ser exclusivo y original, pensar en el detalle y hacer uso de las personas para atraer la atención son 5 recursos para que las vallas publicitarias no pasen desapercibidas por delante de tus ojos. Piensa, imagina, crea y atrévete para que digan aquello de… ¿Pasaremos por la carretera donde se encuentra aquella valla…? 😉