Esta semana empezamos una nueva sección basada en habilidades emprendedoras. Seguro que muchos de vosotros tenéis dudas acerca de cuáles son las claves para llegar a vuestros clientes, como conseguir un buen posicionamiento web para incrementar las ventas o simplemente como administrar tu negocio en el día a día. Por eso, esta sección consistirá en una recopilación de artículos sobre habilidades emprendedoras que nos permitan aprender y profundizar acerca de aspectos clave a la hora de gestionar un negocio, escritos por gente relevante y con cierto dominio del tema.
Esta semana queremos empezar recomendando un artículo que nos enseña Cómo perder el miedo a las ventas, escrito por Ana Zabaleta. En su artículo Ana nos explica que el pánico a la venta tiene su origen en la educación recibida, y a ese terror que tiene el ser humano de no agradar a los demás, a ser criticado y marginado. Propone superar ese medio aplicando tres principios en el proceso de venta.
1. No trates de vender, encuentra a quien te está buscando: Parte de tu trabajo se centra en exponerte donde se encuentra el cliente que quiere o necesita tus productos y servicios. Jamás gastes tus energías en perseguir a nadie, ya que además de no conseguir grandes resultados, será contraproducente. Sólo exponte ante tus clientes ideales y establece relaciones de amistad con ellos sin pensar en la venta.
2. Estar convencida de que lo que vendes es bueno, y sentir pasión por tu producto o servicio: Si haces realmente lo que te gusta y piensas que lo que ofreces es bueno estarás dispuesta a hacer todo lo necesario para conseguir que salga adelante, incluso será más fácil que tengas buenas y creativas ideas. Además si crees en tu producto o servicio no tendrás una sensación de estar “colocando” algo sino que sentirás que ayudas a la otra persona.
3. Tómatelo como un juego de estrategia: Juega a ayudar a los demás, a ver cómo puedes mover tus servicios y alianzas para ser más visible ante tus potenciales clientes. Fórmate en ventas y en redes sociales para llegar a más clientes ideales y para obtener nuevas ideas que estimulen tu creatividad. Acepta las equivocaciones en el proceso como una oportunidad para aprender, no como una razón para fustigarte y desistir.
Puedes consultar el artículo de Ana Zabaleta aquí