Organizar un workshop no es cosa de horas. ¡Al contrario! Puedes pasarte semanas e incluso meses trabajando en ello. ¿Te has propuesto dejar a todo el mundo con la boca abierta con un workshop que difícilmente van a olvidar? Te recomendamos que leas este post para no dejarte nada por el camino. Pero antes de empezar… ¿Sabes qué es exactamente un workshop? Se trata de un taller, un obrador donde se elabora algo. Por esto, si quieres organizar un workshop debes ser consciente de que los asistentes tendrán que participar activamente y ser parte fundamental del encuentro. Dicho esto, vamos a explicarte paso a paso cómo organizar un workshop fantástico.

Una presentación de 10. La primera impresión es básica para conectar con tu público. Exponer el motivo del workshop, explicar con claridad y ser totalmente proactivo son las claves para tener a todos los asistentes encantados con el taller. Prepáratelo bien, demuestra lo mucho que sabes transmitir y consigue que se queden con tu nombre.

Recursos y materiales controlados. ¡Que no te falte nada! En un workshop, el material que se utiliza es condición indispensable. Sea lo que sea que se vaya a elaborar, seguro que necesitarás material para llevarlo a cabo. Por esto, es necesario que dispongas de todos los recursos al menos una semana antes de la fecha prevista para el workshop. Y decimos una semana y no más porque deberás tener en cuenta las personas inscritas en el taller para la compra del material.

Trabajo en equipo es bien. Aunque el taller consista en realizar algo individualmente, es importante que los asistentes se sientan que forman parte de un equipo. Es decir, en el ambiente se debe sentir el orgullo de trabajar en equipo. ¿Por qué insistimos en esto? Porque aprender a hacer croché no es la única finalidad de un workshop. La gente se apunta también para pasarlo bien, conocer a otras personas y disfrutar de hacer algo en grupo.

Espacio perfecto, éxito asegurado. Si el espacio es bonito y acogedor, ya puedes contar con que tu público estará predispuesto a pasarlo bien. No necesitas grandes florituras, sino una sala equipada con lo necesario para desarrollar el taller: mesas, sillas, proyector, aire acondicionado… y hasta hay algunos espacios que tienen zona de relax y café (¡nosotros, sin ir más lejos!). No lo olvides nunca: un buen espacio vale más que mil palabras.

Promociónate como nunca lo has hecho. Date un buen paseo por las redes sociales explicando a todo el mundo lo que estás organizando. Promociona el workshop por Instagram, Linkedin, Facebook, Twitter, y por donde quieras. ¿El objetivo? Alcanzar el mayor número posible de personas. Para ello necesitarás un buen cartel, momento en que entra en juego otro de los pilares de cualquier workshop: el diseño. Cuida los detalles y busca la armonía. ?