¿Cuál es tu Twitter? Unos años atrás y las respuestas eran: “¿Tui, qué?”, “¿esto qué es?”, “¡yo a esto le doy dos días de vida!”. Pero han pasado los años y Twitter, Facebook, Linkedin, y otras muchas redes sociales se han afianzado como las vías de comunicación y el enlace oficial de las empresas con sus clientes. Sabemos que no estamos diciendo nada nuevo, pero hay quien aún no se ha dado cuenta de la importancia que tienen estas herramientas para toda empresa que quiera mantenerse en contacto con su público. Aunque lo sepas y lo hayas leído en otras ocasiones, vale la pena recordarte qué errores NO debes cometer:

Publicar sin saber qué ni cuándo. La importancia del contenido y de las horas de publicación. No vale aquello de… “vamos a escribir por escribir”. Todo el mundo puede ponerse delante del ordenador y empezar a teclear, pero detrás hay que tener unas bases y una buena estrategia. En definitiva, tienes que saber qué quieres decir, cómo lo vas a decir, con qué intención y a quién lo vas a dirigir. Además, es importante saber cuál es el mejor momento para ser activo y cada red social tiene sus auges: Facebook, de 13 a 16 h; Twitter, de 13 a 15 h; y Linkedin, de 7 a 9 h y de 17 a 18 h. Tenías que saberlo, la hora influye, y mucho.

Publicar contenido no dirigido a tu público potencial. Tanto como saber cuándo, es necesario que sepas a quién escribes. Las redes sociales son la mejor carta de presentación y si no aciertas con tu perfil de cliente, caerás en el que es, probablemente, el peor de los errores. Si tus clientes no te leen, ¿qué repercusión pretendes tener en ellos? En tu plan empresarial está descrito tu público, solo te falta saber llegar a él, tanto a nivel temático como de estilo.

No tener una estrategia definida. Ya cuando sabes qué, cuándo y a quién tienes que publicar en las redes sociales, debes crear tu hoja de ruta. Es básico tener una estrategia con cada uno de los pasos bien determinados y establecidos previamente. Debes prever las reacciones que suscitarán tus intervenciones en las redes e ir un paso adelante respecto de tus lectores. No subestimes el poder de una buena estrategia en las redes sociales…

Centrar la estrategia en la empresa y no en el cliente. Muchos empresarios se niegan a aceptar que las redes sociales son una herramienta clave para el desarrollo de su negocio. Con la llegada de la web 2.0, la empresa ha dejado de ser el protagonista y el cliente ha tomado el relieve. Con las redes sociales el público habla, opina, se queja, elogia, pide, exige… Y es la empresa quien escucha. Nunca te olvides de ello: como empresa, tu obligación es responder a las demandas de tu lector.

Mal uso de los hashtags. Las etiquetas son las palabras de referencia y el perfecto imán para atraer a futuros clientes. Son una herramienta muy potente y, por esta razón, su correcto empleo puede darte muchas alegrías. Eso sí, intenta encontrar siempre el equilibrio, no te excedas ni te quedes corto, debes ser lo más sutil posible pero a la vez penetrar en tu masa potencial.

Ser activo en las redes sociales es una práctica casi obligada hoy en día. Todo se mueve en las redes y si no estás para decir la tuya, alguien lo hará por ti. Pero no basta con ser activo: es fundamental que no cometas errores que te lleven directamente a la tumba. Las redes sociales tienen eso, bien utilizadas pueden darte muchas alegrías, pero un mal empleo puede convertirse en tu final. Allá tú 😉