El bienestar en el trabajo es fundamental para nuestra salud física y mental. La mayoría dedicamos casi un tercio de nuestra jornada –por no decir más- al trabajo, así que más nos vale cuidar algo que tiene un peso tan importante en nuestro día a día.
Los trabajadores felices son mucho más productivos y creativos. Algo que, por supuesto, interesa tanto si eres trabajador asalariado como autónomo. Si quieres saber cómo cuidar de tu bienestar laboral, ¡toma nota de estos consejos!
¡Súmate al coworking!
Así de contundente. El coworking fue, para nosotros, el cambio que supuso un impacto más directo en la mejora de nuestro bienestar en el trabajo. Así que no nos tiembla el pulso al recomendar de forma tan rotunda esta modalidad de trabajo.
El coworking ofrece claras ventajas para cualquier negocio: ubicación estratégica para la empresa; acceso a salas de reuniones para quedar con clientes, socios o proveedores; ahorro económico frente al alquiler de una oficina convencional; servicios profesionales de recepción y secretariado; posibilidad de establecer sinergias con otros miembros; así como contratos más flexibles.
A parte de todo ello, el disponer de una mesa de trabajo o un despacho privado en un espacio de coworking también mejora enormemente tu salud mental, ya que ayuda a reducir la soledad y el aislamiento que produce trabajar desde casa. Las paredes de tu piso no te cuentan anécdotas ni te escuchan cuando lo necesitas, algo que sí que harán tus coworkers. El sentirse acompañado y saber que formas parte de una comunidad es el mejor remedio para cuidar tu bienestar laboral.
Mantén un equilibrio entre tu vida personal y profesional
“Conciliación”, qué bonito nombre tienes. Y, por bien que suene, a muchos nos cuesta entender en qué consiste exactamente. ¿Será que estamos poco acostumbrados a conciliar nuestra vida personal y profesional? Sin embargo, si queremos mantener unos buenos niveles de bienestar en el trabajo, necesitamos encontrar un equilibro entre nuestra vida personal y profesional.
Para conseguirlo, intenta separar espacios y tiempos. Por mucho que nos cueste desconectar –y más si eres autónomo o freelancer-, evita, en la medida de lo posible, llevarte trabajo a casa y contestar llamadas o correos electrónicos fuera de tu horario. Recuerda: “trabaja para vivir, no vivas para trabajar”.
Practica el autocuidado, también en el trabajo
No paramos de oír hablar sobre el autocuidado y la importancia de proteger la salud mental. En el entorno laboral, también se pueden adoptar hábitos saludables que mejoren nuestro bienestar en el trabajo. Y no hablamos de hacernos una mascarilla facial.
Algunas formas de autocuidado pueden ser, por ejemplo, realizar pausas activas para estirar el cuerpo y despejar la mente; respetar los momentos de descanso; mantenernos hidratados y elegir opciones de comida saludable para llevar al trabajo. Se trata de acciones que, aunque parezcan insignificantes, tienen un verdadero impacto tanto en nuestra salud física como mental.
Crea un entorno de trabajo agradable
Sentirse a gusto en la oficina y crear un ambiente agradable y acogedor puede mejorar tu humor radicalmente e incidir en aspectos tan importantes como la productividad, la concentración y la creatividad.
Algunas recomendaciones que puedes seguir para mejorar tu entorno de trabajo y crear un espacio cómodo y funcional son, por ejemplo: priorizar al máximo la luz natural y, cuando no sea posible, asegurarte de que tienes una adecuada iluminación; incorporar mobiliario y accesorios ergonómicos; controlar la temperatura del espacio; incorporar plantas y elementos decorativos que te gusten; y mantener tu espacio ordenado.
Por insignificantes que parezcan, estos pequeños cambios también tienen el poder de mejorar tu bienestar en el trabajo.
Marca objetivos claros y alcanzables
¿Has sentido alguna vez la frustración de tener tantas cosas que hacer que no sabes ni por dónde empezar y andas dando tumbos si ponerte a ello? La sobrecarga de trabajo puede ser motivo de estrés para muchos trabajadores, por lo que es vital marcarse objetivos claros y, sobre todo, alcanzables.
De esta forma, sabrás hacia dónde dirigir tus energías y podrás focalizarte en aquellas tareas que te permitan alcanzar tus metas. Saber que existe un objetivo específico y bien definido también es fuente de motivación y te ayudará a mejorar tu bienestar en el trabajo.