Y llegó. Aunque su nacimiento no fue ayer, el vídeo ha visto en el 2015 la oportunidad de renacer y atraer todas las miradas del mundo del marketing. Estamos en el año de la revolución de los vídeos, que se están convirtiendo en uno de los recursos más utilizados y valiosos del marketing online para mostrar un producto o servicio. Esta tendencia, que se inició hace un par de años, ha alcanzado su máximo potencial este 2015 y los pronósticos, obra de Price Waterhouse Cooper, hablan de que en 2017 los vídeos promocionales online generarán 500 millones de euros de ventas.

Lo visual vende, y mucho. En un mundo protagonizado por el estrés, la inmediatez, la fugacidad del tiempo y la globalización, el texto ha dejado de ser la forma de vender por excelencia y las imágenes han tomado las riendas en el sector del marketing. Si bien la fotografía es una gran herramienta de transmisión de valores, sentimientos y emociones, el vídeo es la gran forma de difundir mensajes.

Según previsiones de Cisco Systems, en 2015 el número de consumidores de vídeo online llegará a 1,5 millones. Ante este importante dato, las empresas se ven obligadas a ponerse las pilas y potenciar este canal de difusión para adaptarse a las tendencias del público. Hoy podemos asegurar que la mejor forma de llegar a los consumidores es potenciar la presencia online de la empresa. Está claro: a la gente le gustan los vídeos, ¡no te duermas y súbete al carro!

Además de gustar a la gente, los vídeos también son mucho más productivos que los canales escritos. Los correos electrónicos que contienen vídeos tienen un porcentaje de apertura mucho mayor que los que solamente ofrecen textos. También es importante tener en cuenta que los principales motores de búsqueda comienzan sus páginas de resultados con contenidos audiovisuales. En esta línea, según un estudio de Forrester Research, los vídeos tienen unas 50 veces más de posibilidades de aparecer en la primera página de resultados que un contenido convencional.

A todos nos gusta que nos entretengan durante algunos segundos o minutos sin necesidad de que todos nuestros sentidos estén atentos a los inputs que estamos a punto de recibir. Por este motivo, los vídeos ágiles son una gran vía de desconexión y entretenimiento, y las empresas tienen que ser conscientes de ello. Prueba de crear una historia atractiva con un mensaje interesante y con una buena calidad de imagen. Ya ves, solo tres elementos y tu empresa puede dar el salto al estrellato. ¿Ya tienes historia, producto y cámara? Pues solo te falta decir la palabra mágica… ¡Y acción!