Ti-ti-ti. Nuevo mensaje en la bandeja de entrada. Remitente: tu jefe. ¿Qué querrá? ¿Habrás hecho algo mal hoy en el trabajo? Son las 20.27 h y hace más de una hora que ya no estás en la oficina. ¿Deberías leer el mensaje? No es una pregunta sin importancia, de hecho, en algunos países tu jefe estaría cometiendo una infracción enviándote este e-mail. En otros lugares, como en España, si no le contestas puedes ser tú quien tenga el problema.
Sin ir más lejos, Francia o Alemania establecieron la obligación de no enviar correos electrónicos una vez acabada la jornada laboral. De esta forma, se deben respetar las once horas de descanso del trabajo. Con la llegada de los smartphones, también se impuso un nuevo modelo de horario de trabajo, en algún caso incluso rozando la omnidisponibilidad.
Es evidente e indudable que con los teléfonos móviles algunas rutinas de trabajo han cambiado. Son ya bastantes las empresas que exigen a sus trabajadores que estén disponibles las 24 horas del día y que puedan atender a los e-mails y llamadas telefónicas hasta tarde. Si te llama un cliente a las 20 h, tu obligación en la mayoría de los casos sería responder. Si contestas en París, estás infringiendo las normas. ¿Cómo lo ves?
Esta problemática abre un debate sobre la vida profesional y la vida personal. ¿La jornada de 40 horas semanales es una utopía? Antes no, la llegada de los smartphones ha propiciado un panorama distinto. Cuando pensábamos que habíamos logrado el derecho a la jornada de 8 horas, un objeto nos tergiversa nuestro esquema.
¿Qué podemos decir a favor de contestar la llamada de tu jefe? Puede ser una cuestión de vida o muerte. ¿Y si en el e-mail tu director te está explicando que mañana tienes que entrar antes a la oficina? ¿Y si esta llamada es para comunicarte que hoy es el último día para entregar una factura que se has olvidado enviar? Puede ser todo esto o no, puede ser importante o no, puede que sea de vida o muerte, o no.
¿Te imaginas una ley así en España? ¿Seríamos capaces de no atender a llamadas laborales ni leer mensajes del trabajo cuando los recibimos después de cenar en familia? Si lees esto y te estás dando cuenta de que a menudo contestas al trabajo cuando estás en casa tendrías que planteártelo. ¿Cambiarían las cosas si así fuera? ¿Este país está preparado para una ley de este tipo? ¿Sabemos respetar las 40 horas de trabajo a la semana…? Aquí os dejamos pensando en el difícil reto de acabar con la omnidisponibilidad… ¿Estás a favor o en contra de ello?