Esta semana queremos compartir con vosotros una nueva historia de emprendimiento social, el caso de Bart Weetjens y su empresa APOPO.

Tal y como os explicamos el pasado mes de marzo con el caso de Torkhil Sonne, fue Antonella Broglia la encargada de transmitirnos estas historias en las conferencias ofrecidas dentro del marco «San Francisco – Barcelona. Espíritu emprendedor: Aprende de los mejores», que tuvieron lugar el pasado Bizbarcelona 2013.

En esta ocasión, queremos hablaros de APOPO y del magnífico trabajo que está llevando a cabo limpiando extensas áreas de terreno de minas antipersona. APOPO está considerada actualmente una de las ONG más importantes del mundo gracias a la transformación social que ha conseguido a lo largo de los últimos años en países como Tanzania, Mozambique, Tailandia, Angola o Camboya.

Bart Weetjens

Empresa: APOPO

En su noveno cumpleaños, Bart Weetjens recibió un hámster como regalo. Este fue el punto de inicio de una fascinación por los roedores que años más tarde sería la base para la creación de una de las ONG’s con mayor relevancia en el sector de la innovación y la ayuda humanitaria, APOPO, o más recientemente bautizada por algunos como HERORAT, debido al acto heroico, sin duda alguna, que llevan a cabo estos animalillos, a los cuales, todo hay que decirlo, miramos con otros ojos después de escribir este post.

Durante la última mitad de siglo, las guerras a nivel mundial dieron lugar a grandes extensiones de terreno poblados de minas antipersonas, las cuales se cobraban miles de víctimas cada año. Sensibilizado con este problema, Bart empezó a buscar en 2005 una manera efectiva y barata de erradicar las minas de los terrenos, y en Noviembre de 2007 y tras dos años de investigación fundó APOPO, una empresa sin ánimo de lucro cuyo objetivo es la eliminación de las minas antipersonas utilizando la rata Cricetomys gambianus, un tipo de rata originaria del África Subsahariana, capaz de localizar las minas gracias a un desarrollado sistema olfativo que detecta el TNT que contienen las mismas.

Desde su creación, APOPO, ha desactivado cerca de 5.000 minas antipersonas devolviendo la esperanza a muchas poblaciones que hasta ahora habían visto limitadas sus capacidades de desarrollo ante la imposibilidad de explotar el único recurso del que disponen: el campo.