Qué placer sentirse acogido en un lugar que nos recibe con los brazos abiertos, ¿verdad? Si extrapolamos esta sensación al entorno de trabajo y combinamos ambos conceptos, entenderemos mejor la nueva tendencia que empieza a popularizarse en este ámbito. Hablamos de la workspitality. Se trata, en resumen, de la suma de “hospitalidad” y “trabajo”, aunque esta tendencia, en realidad, va mucho más allá.

¿Qué entendemos por workspitality?

Si echamos la vista atrás y tratamos de averiguar qué ha propiciado la aparición de esta nueva filosofía, nos daremos cuenta rápidamente del punto de inflexión en el que nos encontramos.

La nueva era pospandémica ha dado al teletrabajo el empujón que necesitaba para instalarse definitivamente en nuestro día a día. Este, a su vez, ha provocado una imparable transformación de los espacios de trabajo y del entorno laboral. Se imponen poco a poco modelos híbridos de trabajo o blended working en los que se difuminan los límites temporales y espaciales. El trabajador gana cada vez más autonomía y poder para decidir cuándo y dónde trabajar.

Este paradigma también ha provocado un cambio de mentalidad en todos nosotros. Cambian nuestras prioridades: damos mayor importancia a nuestro bienestar y a nuestra salud mental. Y como no podía ser de otra forma, esto también se aplica al entorno laboral.

Dada la cantidad de horas que pasamos en el trabajo, necesitamos espacios más saludables en los que sentirnos acogidos, inspirados y relajados. Esta es, precisamente, una de las principales razones de ser de la workspitality. El objetivo es crear entornos cálidos y agradables que ofrezcan un espacio de trabajo y, además, todo tipo de comodidades adaptadas a las necesidades de sus usuarios.

La vida personal y profesional se mezclan cuando hablamos de workspitality. De esta modo, surgen espacios home office –viviendas adaptadas que sirven a la vez de oficina-; hoteles que reconvierten algunas de sus salas en espacio de coworking; o, incluso, oficinas con servicios de cobaby –es decir, servicios de guardería habilitados para coworkers-. Se trata, pues, de claros ejemplos de cómo podemos diseñar espacios workspitalics que pongan a las personas en el centro y mejoren su entorno a través de la creación de espacios de trabajo híbridos.

¿Cómo influye la workspitality en el sector del coworking?

En cuanto a lo que nos ocupa, cabe preguntarnos también qué influencia tendrá la tendencia de la workspitality en la configuración –o reconfiguración- de los coworkings.

El primer cambio que observamos –y el más evidente, por lo tanto- está en el ámbito del diseño de interiores de estos espacios. A diferencia de la tendencia que ha marcado los últimos años, en la que primaba la configuración de espacios diáfanos y muy abiertos, el cambio pasa por crear modelos más compartimentados. Este tipo de oficinas se convertirán en auténticos centros de encuentro y trabajo colaborativo entre diferentes profesionales, con zonas bien definidas como áreas de trabajo, de ocio, de conexión y de descanso.

Si queremos conseguir un auténtico sentimiento de pertenencia a una comunidad y crear un ambiente acogedor, será vital que la mayoría de los coworkers sean miembros asiduos y que se conozcan entre ellos. Aunque es inevitable que siempre haya cierta rotación de miembros en un coworking –algo que, de hecho, añade dinamismo al espacio-, lo ideal es priorizar los espacios fijos frente a las conocidas como hot desk.

El disponer de un espacio de trabajo que sientan como propio hace que los coworkers generen un vínculo con el espacio. Al fin y al cabo, llegar al coworking no debería ser sinónimo de encontrarse un espacio frío con caras desconocidas, sino un lugar acogedor en el que te sientas rodeado de personas con las que puedes conectar, compartir experiencias y crecer.