Si eres coworker, todo lo que viene a continuación ya sabes de lo que va porque en un espacio de coworking es el pan de cada día. Compartir un mismo espacio de trabajo durante tantas horas da para mucho y es normal establecer relaciones estrechas con compañeros de coworking. Por esta razón seguro que…
Has hecho amigos. Son muchas las horas que dedicas a tu trabajo y no eres el único que lo hace. A tu alrededor tienes a varios coworkers que no levantan los ojos del ordenador. Les ves la cara y justo en el momento en que uno levanta la cabeza, el resto imita su gesto y todos empezáis de golpe a reír sin aparente motivo. Hace dos años que compartes este espacio y aquí has hecho buenos amigos.
Has hecho negocios con algún coworker. Aquí todos nos sentamos en una silla, trabajamos en una mesa y delante siempre tenemos un ordenador, pero cada uno se dedica a lo suyo. Esta es una de las claves para que dos empresas que comparten el espacio establezcan relaciones profesionales. ¿Y si necesitas un ingeniero informático? Mira a tu lado. ¿Que buscas un traductor? Levanta la mirada.
No recuerdas cómo terminó aquella noche… Todo empezó con unas cervecitas después del trabajo. No tenías planes para aquella tarde y algunos de los coworkers te convencieron para que desconectaras y dejaras de pensar durante un par de horas en tu startup. Una cerveza, otra, otra más, una pizza, un chupito de orujo de hierbas, un gin-tonic, otro… la noche acabó y a la mañana siguiente no eras persona. Eso sí, tus labios no dejaban de dibujar una perfecta sonrisa.
Has oído rumores de romances. Seguro que en el espacio de coworking se ha cotilleado sobre la curiosa relación entre algunos coworkers. Y es que compartir espacio significa pasar muchas horas unos con otros y, como se dice, el roce hace el cariño. Si eres coworker, seguro que has oído, visto o conoces de primera mano alguna historia de amor. Todo empezó aquí…
Has descubierto una de tus pasiones: coleccionar táperes. Cada día, después de comer, todos los coworkers dejamos secar los cubiertos y táperes que hemos traído. La tarde es larga y a medida que avanzan las horas crecen las ganas de acabar la jornada laboral. Ring: son las 19 h, hora de cerrar el ordenador, ir al baño, salir corriendo por la puerta y encontrarte con tu gran amiga, la libertad. Ups, hoy se te ha vuelto a olvidar…
Un espacio de coworking es mucho más que un simple espacio común de trabajo. Aquí todos somos una familia y, como tal, cada día comemos juntos, nos ayudamos con lo que podemos y pasamos muchas horas juntos. Si eres coworker sabes perfectamente de lo que hablamos, si no lo eres, ¿a qué esperas para formar parte de nuestra familia? 😉