¿Compartes espacio de trabajo con 50 personas? ¿Estáis trabajando todos juntos en una misma sala enorme? ¿Cómo mola, eh? Parece que cuanto más abierto, más a la última, pero no siempre es verdad. Si nos referimos a los espacios de coworking, no necesariamente lo más diáfano es lo más acertado. Eso sí, todos coincidimos en que los espacios abiertos fomentan el trabajo en equipo, la colaboración y generan pensamiento colectivo. En definitiva, pueden perfectamente incidir en las ideas de negocio.

Hasta aquí todo positivo, pero se debe encontrar el equilibrio con la dimensión del espacio. Grandes corporaciones apuestan por el entorno totalmente abierto: un piso entero de un bloque de oficinas sin paredes internas. ¿Qué te parece? Más de 300 m2 en que puedes divisar más de setenta mesas e infinitos ordenadores. ¿Te imaginas escribir la novela de tu vida en estas condiciones? Nosotros tampoco.

Cuando el espacio es enorme y abierto, la productividad se puede ver perjudicada. No es una afirmación a la ligera, al contrario: es fruto de muchos años de observación. Los espacios de coworking distribuidos en diferentes salas son mucho más tranquilos. No es que los coworkers atienden llamadas cada dos por tres y entorpezcan el perfecto clima productivo que imperaba hasta el momento, es que es normal que cuanta más gente ocupe un espacio, más posibilidades de que le suene el móvil a uno, de que se le dispare el Spotify a otro y de que dos o más coworkers comenten constantemente la jugada.

A la tranquilidad habría que sumarle la menor probabilidad de distraerse. Ahora ha llegado alguien nuevo a la oficina: te enteras seguro en un espacio abierto. De hecho, tendrías que acostumbrarte a esto, porque no hay espacios cerrados y aquí todo el mundo se entera de todo. Además, el constante chismorreo de los del al lado te cabrea muchísimo y te cuesta un horror concentrarte. Y no solo eso: cuándo te llama tu madre preguntando qué quieres para comer, ¿te gusta que todo el mundo se entere? Porque se van a enterar.

La separación en distintas salas de 5 o 6 coworkers es una distribución perfecta para un espacio de coworking. Con esta cifra se consigue un ambiente tranquilo, con pocas interrupciones de trabajo, y con muy poco ruido. En nuestro caso, la experiencia habla por sí sola. Meet BCN está ubicado en un piso del Eixample, con sus habitaciones delimitadas perfectamente por paredes. Son cinco las salas de coworking y el ambiente productivo es lo que nos caracteriza. Además, contamos con salas de reuniones en las que realizar una videoconferencia o una reunión de equipo y no molestar al resto.

No siempre lo que se lleva es lo mejor. ¿Un ejemplo? La distribución de un espacio de trabajo para optimizarlo al máximo. Sabemos perfectamente que trabajar con distintas salas es lo más acertado. Dejad pasar un par de años y comprobaréis si estábamos equivocados… 😉