Parece que ya estamos superando la primera gran ola de calor del verano. ¡Buff! ¿Cuántas veces has pensado que en la oficina estarías mejor? Las agonizantes temperaturas de verano provocan que más de uno acabe odiando la estación del año más esperada. Y es que no se puede pasear, ni tomar algo en una terraza, ni descubrir rincones bonitos de la ciudad. Aunque parezca contradictorio: en verano es el mejor momento para convertirte en coworker. ¿Por qué?
La comodidad. ¿En tu casa eres capaz de ser productivo? Si tienes en tu hogar alguien que está de vacaciones, ¿podrás concentrarte? Además, si eres de los afortunados con aire acondicionado en casa, te dará miedo a final de mes abrir la carta de la factura de la electricidad, y si eres de los que no tienen suerte, debes estar rezando para que este sea el verano más corto de la historia. En un espacio de coworking estos problemas no existen: la comodidad de la climatización y la productividad del silencio y la tranquilidad son la combinación perfecta para cualquier emprendedor.
El momento. Hasta que no llegue la vuelta al cole en septiembre el mundo gira a medio gas. El mercado funciona pero a un ritmo muy distinto del resto del año y por este motivo es ahora un buen momento para echar toda la carne al asador. Si estás elaborando un plan empresarial o el diseño de un nuevo proyecto para tu empresa, hacerlo en agosto hará que llegue el septiembre y tú estés con todas las pilas puestas y preparado para emprender. ¡Y qué mejor que hacerlo en un coworking acompañado de otros emprendedores!
No estás solo. No todo el mundo viaja a Tailandia, Australia o Canadá. Hay mucha gente que en verano decide trabajar e irse de vacaciones en temporada baja, cuando haya menos turistas, sea más económico y todo el mundo se muera de la envidia. Ahora, en agosto, los coworkings no están desiertos, así que aquí te estarán esperando unos cuantos emprendedores como tú para comer juntos, compartir anécdotas y salir a tomar unas cervecitas después de un intenso día de trabajo.
Los planes. Ser coworker en agosto puede significar trabajar cuando Instagram está lleno de playas paradisíacas, pero también significa montarte planes improvisados que no se olvidan fácilmente. Desde cine al aire libre hasta una tarde en un museo pasando por cafés con música en directo y helados en rincones de ensueño. Todos estos planes surgen de la unión de las comidas entre coworkers y ganas de disfrutar de un agosto en Barcelona.
Ser coworker en agosto no es un mal plan: ¡al contrario! Aquí estarás fresquito, tranquilo, cómodo, relajado, con alguien a quien contarle las penas y, sobre todo, las alegrías, y muchos planes para disfrutar del verano en la ciudad. ¡Porque ser coworker está de moda!, ¿te unes a la #meetfamily? 😉