Desde que soy coworker que no soy capaz de entender la vida sin el concepto de equipo. Tengo que admitir que al principio, no soportaba mi coworker vecino. ¡Me parecía idiota! Sus comentarios arrogantes, su antipatía innata, sus frases célebres de sabiondo… Hasta el día que lo conocí. Me vi obligado a preguntarle una duda que tenía y sabía que se encajaba con su terreno profesional. Me armé de valor y pa’lante. ¿Qué pasó? Que me di cuenta que no era tan idiota como pensaba.
Pillé a la primera el problema que me volvía loca y su actitud fue perfecta. Sí, señores: este es el espíritu del coworking. Aunque cada uno trabaja en lo suyo y de forma individual, el hecho de estar rodeados de profesionales crea un ambiente de equipo magnífico. ¿Resultado? Productividad.
¿Cuántas veces hemos oído la famosa frase de Michael Jordan, «el talento gana partidos, pero el trabajo en equipo gana campeonatos«? No es nuestra intención ponernos tiernos ni queremos convencerte de nada, simplemente nos morimos de ganas de expresar la necesidad de formar parte de un grupo. Ser miembro de un todo es motivador y desde el punto de vista empresarial, los resultados son mucho mejores.
Quizás este es uno de los mayores problemas de los freelancers. Aprender a trabajar para ti y solo contigo es un duro trabajo. Por este motivo, hacerlo en un espacio de coworking ayuda, y mucho. Aquí no estamos solos, aunque cada uno esté puesto con lo suyo; aquí todos somos un equipo y, por esta razón, los resultados de cada uno ponen de manifiesto el trabajo en grupo.
De hecho, este es el motivo principal por el que nació el coworking y que desde hace más de cinco años está totalmente presente en nuestra vida. España se ha convertido en uno de los países con más espacios de trabajo compartido del mundo y su éxito recaba en el hecho de que no es solo un espacio donde trabajar, es también una forma de trabajar y un estilo de vida. El coworking es compartir, es formar parte de un grupo, es trabajar en equipo y no hay nada más importante que hacerlo en uno de los buenos. 😉