Reinventarse o morir. Así es cómo han tenido que afrontar la crisis provocada por la COVID-19 la mayoría de empresas y negocios. Y el sector del coworking no es excepción. Los espacios de trabajo compartido llevaban años multiplicándose y creciendo a una velocidad vertiginosa por todo el mundo. Ahora, sin embargo, muchos coworkings han tenido que apretar el freno y pararse a pensar cómo reformular sus modelos de negocio para hacer frente a esta nueva situación que vivimos todos.
Son muchos también los emprendedores, freelancers, y empresas que se han sumado al teletrabajo en los últimos meses y que han descubierto en el coworking la solución perfecta para establecer su espacio de trabajo y evitar la incomodidad de trabajar en casa. Pero no es válida cualquier opción. Las necesidades y prioridades de los coworkers han cambiado y solo sobrevivirán aquellos espacios que sepan ajustarse a ellas. Veamos, pues, cuáles serán las principales tendencias a partir de ahora y hacia dónde avanzará el futuro del coworking.
Búsqueda de contratos más flexibles
La inestabilidad económica provocada por la COVID-19 y la incertidumbre sobre posibles rebrotes futuros hará que aquellas empresas que decidan empezar en un espacio de coworking sean más reacias a firmar contratos a largo plazo. ¡Primará la flexibilidad ante todo! Los coworkers priorizarán los contratos mensuales sin permanencias estrictas ni depósitos desorbitados que les permitan una cancelación rápida y sencilla si su situación laboral se complica.
Reconfiguración de espacios
La moda de las oficinas de coworking de estilo industrial, con grandes naves y salas diáfanas abarrotadas de mesas de trabajo juntas, ha quedado atrás. El futuro del coworking priorizará, ante todo, la seguridad de sus miembros. La sociedad es cada vez más consciente de la necesidad de mantener una distancia prudencial con otras personas. Sin perder la esencia del coworking y de sus salas compartidas, serán mucho más populares los espacios que ofrezcan soluciones con salas de menor capacidad y que permitan una separación prudencial entre sus usuarios.
Aumento de la demanda de despachos privados
Aunque los despachos privados suelen ser más característicos de los business centers o centros de negocios, hay espacios de coworking como Meet BCN que también ofrecen este tipo de espacios. Su valor diferencial está en la combinación de salas de trabajo compartidas y oficinas privadas. Durante las primeras semanas de la desescalada, la prudencia de muchos coworkers y el miedo al contagio ha disparado el interés y las solicitudes por los despachos privados.
Menor rotación de coworkers
Se revalorizarán las modalidades de coworking fijas y los contratos mensuales. Los espacios de coworking tienen que velar por la seguridad de su comunidad, así que deberán evitar la rotación excesiva de usuarios propia de modalidades como el coworking diario o el coworking por horas. Además, ¡los espacios de coworking se convertirán más que nunca en una extensión de nuestro hogar! Nada de hot desks e ir cambiando de mesa cada dos por tres. Los coworkers prefieren puestos fijos que sientan como “suyos” en los que puedan dejar instalado todo su equipo y puedan personalizar para crear el ambiente de trabajo ideal en el que desarrollar su actividad.
Adiós eventos multitudinarios
La celebración de eventos, workshops y talleres de diferentes tipos son un plus que ofrecen muchos coworkings para dinamizar el espacio y ofrecer contenido de valor a su comunidad. Sin embargo, este tipo de actos suponen un riesgo innecesario que no podemos asumir en la situación actual. Aquellos centros que realizaban eventos multitudinarios en sus salas de reuniones con una alta interacción social tendrán que dejarlos aparcados por el momento. Hemos visto un nuevo “boom” de webinars y eventos online, así que parece que la migración de eventos a la modalidad virtual es, por ahora, la mejor estrategia.
Nuevas medidas de seguridad e higiene
La adopción de medidas de protección e higiene para garantizar un espacio de trabajo seguro para todos será un must en el futuro del coworking. Las oficinas de trabajo compartido tendrán que tener un protocolo de actuación contra la COVID-19 bien definido que incluya cambios como la instalación de mamparas de protección en las mesas de trabajo, el refuerzo de las tareas de limpieza y desinfección del centro, la reducción del aforo en las salas de reuniones para garantizar una distancia de seguridad adecuada o el uso de mascarillas y gel hidroalcohólico en el espacio, por ejemplo.
Auge de servicios como la oficina virtual
No todas las empresas y pequeños empresarios podrán –o querrán- asumir el coste de alquilar un puesto de trabajo fijo o una oficina privada en un espacio de coworking. Algunos de ellos optarán por instalar definitivamente el teletrabajo en casa como parte de su cultura empresarial. No obstante, eso no significa renunciar necesariamente a las ventajas y comodidades que ofrece el servicio de oficina virtual que ofrecen muchos espacios de coworking. Con esta modalidad, es posible domiciliar tu sociedad en una ubicación estratégica y de prestigio -¡aunque trabajes en casa!-, disfrutar de un servicio de atención telefónica para tus llamadas y acceder a salas de reuniones con un precio especial.
Es evidente que la crisis que vivimos marcará un antes y un después en la formas de trabajo actuales. Surgirán nuevas, cambiarán algunas y otras, sencillamente, desaparecerán. La implementación del teletrabajo y el blended working son dos de las principales tendencias al alza. Los espacios de coworking se presentan como el mejor lugar donde practicarlas. Y los coworking boutique en concreto, con una atención personalizada y espacios reducidos que garanticen mayor seguridad, serán los que atraerán mayores miradas. Si alguien dudaba sobre el futuro del coworking, podemos constatar que esta modalidad de trabajo llegó hace ya algunos años para quedarse. En esta ocasión, ¡el sector sobrevivirá a estos nuevos cambios e, incluso, saldrá reforzado!