Según las estadísticas más estrictas, el prototipo de coworker es un hombre de 30 a 45 años, freelance, con estudios universitarios y que se dedica al mundo del diseño y las nuevas tecnologías. Estos cánones responden únicamente a la teoría y a los datos más generales, pues en realidad en un espacio de coworking encontramos a hombres y mujeres que trabajan en sectores muy distintos y que tienen su propia personalidad. En Meet sabemos que en la diferencia está la gracia, así que os vamos a presentar algunos de los perfiles que tenemos rondando por dichas estancias…
Empezamos por el sexo femenino. En el ala izquierda de Meet, con la mirada fija en el ordenador y unas ganas locas de saltar de la silla tenemos a nuestra primera coworker. Ella es puro nervio y ganas de salsa, pero cuando se pone a trabajar tiene una pinta de ser una fiera profesional. ¿A su alrededor? Cuatro hombres. Casi todos llevan camisa de cuadros, ¿se habrán puesto de acuerdo?
En la sala contigua están sentados dos coworkers más, uno se dedica a la formación de idiomas y la otra, al coaching. No se miran porque solo tienen ojos para ellos: sus ordenadores. El silencio, el blanco de las paredes, el azul del techo, el verde de las plantas y la luz que se filtra por la ventana invitan al estado más puro de concentración humana. Los dejamos aquí, en medio de esta aura de paz.
Por el pasillo nos cruzamos con otro coworker y su ordenador portátil. Está a punto de realizar una videoconferencia y a paso firme se dirige a una de las salas de reunión. Es de los más serios de la oficina, pero su aplomo nos transmite tranquilidad y serenidad. Continuando por el pasillo avanzamos hasta la otra ala de Meet, donde encontramos a una coworker sentada delante de su portátil. Por su cara de satisfacción, le acaban de dar el proyecto que perseguía desde hace tiempo.
Y allí está. No es quién, es qué: la galería. El espacio más cálido y luminoso de Meet. Dos coworkers son los encargados de llenarla de papeles, pantallas y teclados, pero también son ellos quien con sus cosas le dan personalidad al espacio. Son dos jóvenes que están construyendo los fundamentos de una startup que promete pisar fuerte.
De coworkers, como de bebidas, hay de todo tipo: dulces, energéticos, intensos, suaves, amargos, sabrosos… Sí señores, ¡en Meet disfrutamos de un gran cóctel! Puede que haya un perfil genérico de coworker, pero cada uno de nosotros piensa, trabaja, habla, se mueve y canta de una forma diferente. ¿Y tú, qué tipo de coworker eres…? 😉