Con el titular ya te lo hemos dicho todo. Hace unos años que el concepto coworking está presente en nuestras vidas. Al principio nadie sabía demasiado a qué se refería esto de compartir un espacio de trabajo con profesionales que no tenían nada que ver con tu empresa y perfil, pero el panorama se ha transformado completamente. Ahora conocemos a la perfección las ventajas de ser coworker, pero por si aún no lo eres y empiezas a pensar que quizás deberías serlo, este post va para ti.

Los autónomos han dejado de ser una especie en peligro de extinción para convertirse en una especie cada vez con más presencia en nuestra sociedad. Como si de una moda se tratara, los freelancers representan más del 20 {caf7ecc90762b5a56a22c93ee3d19e63bf79c279f4a4cd6859d508fd4b94da0d} de los trabajadores de España. Trabajar por cuenta propia es una opción a la que muchos profesionales han optado en los últimos años, ¿pero dónde lo hacen?

¿La mesa en la que comes es la misma que utilizas cuando recibes clientes?, ¿estás hasta el moño de pasar todo el día encerrado en el mismo espacio?, ¿sacar a pasear al perro es la aventura más apasionante de la jornada?, ¿tu humor ha cambiado desde que compartes el espacio personal con el profesional?

Si tu respuesta a estas preguntas es «sí», no te asustes, ¡al contrario! Acabas de encontrar la solución ideal: un espacio de trabajo en el que te sientas cómodo, en una localización perfecta para recibir visitas de clientes o proveedores, que esté decorado con gusto, que el silencio sea tu gran aliado, pero que esté lleno de compañeros con los que comentar el fin de semana o establecer sinergias profesionales. ¿Qué necesitas para ser feliz? Esto.

En su vertiente estrictamente profesional, el coworking nació para impulsar el emprendimiento y la colaboración entre profesionales. De hecho, el networking (sí, esto que está tan de moda) es una de las palabras clave en el contexto del coworking. Pero existe otro lado: el personal. Si bien nuestra vida profesional es fundamental, la personal es tan o más importante. Ser feliz depende de ella y, por esto, el coworking tiene la medicina perfecta: las personas. Trabajar rodeado de gente con quien te lleves bien y rías constantemente, hará que tu día a día sea otra cosa y que sacar el perro a pasear te dé un palo increíble.