El coworking es una forma de trabajo cada vez más extendida en todos los sectores, ya sean profesionales independientes, emprendedores o empresas. Y aunque la mayoría asocia el coworking con las ventajas de los servicios profesionales que ofrece y el ahorro económico que supone compartir oficina, también son muchos los beneficios del coworking para la salud mental de sus coworkers.
Descubre cómo el coworking puede mejorar tu bienestar y cómo puedes aprovechar al máximo tu espacio de trabajo compartido.
Reduce el aislamiento social
Por muy bonito y cómodo que te parezca tu “hogar, dulce hogar”, trabajar todo el día desde casa puede llevarte a la soledad, la apatía y la desmotivación. Uno de los principales beneficios del coworking para la salud mental es, precisamente, reducir el aislamiento social que supone el teletrabajo en casa.
Los espacios de coworking brindan un entorno de trabajo compartido y una comunidad de profesionales y emprendedores con quienes socializar, conectar y compartir experiencias. Ya sea un café durante el break de la mañana, las anécdotas del fin de semana o consejos sobre futuros proyectos, ten por seguro que en el coworking siempre habrá alguien que te escuche y con quién charlar.
Fomentar la colaboración
Si buscas la forma de establecer nuevos contactos, hacer networking e impulsar tu carrera profesional, el coworking es, sin duda, el lugar indicado. Aunque existen coworkings especializados en algunos ámbitos, la mayoría de espacios acoge profesionales de casi todos los sectores, lo que supone la oportunidad perfecta para establecer sinergias y fomentar la colaboración entre sus miembros.
Así pues, el coworking promueve también el pensamiento lateral, ya que la colaboración entre coworkers con diferentes habilidades, conocimientos y experiencia puede llegar a desarrollar ideas creativas e innovadoras.
Conciliar la vida personal y profesional
Hoy día, la vorágine en la que vivimos nos deja poco espacio para parar y reflexionar. Casi por inercia, trabajamos, trabajamos y trabajamos; y poco tiempo nos queda para la desconexión o atender nuestra vida personal. Sin embargo, la mayoría de espacios de coworking ofrecen modalidades de acceso flexibles y planes personalizados que permiten a los coworkers adaptar su horario de trabajo y conciliar mejor su vida personal y profesional.
Por ejemplo, puedes optar por trabajar solo durante ciertas horas o días, o bien ajustar tu horario para encajar también tus compromisos personales, como cuidar de los peques, sacar a pasear al perro o ir al gimnasio, así como disfrutar, por supuesto, de momentos de ocio y desconexión.
Mejorar la productividad
Trabajar en un coworking fomenta la disciplina y la responsabilidad. Al estar rodeado de otros profesionales en un ambiente creativo e inspirador, resulta mucho más fácil mantenerse enfocado. El hecho de tener que salir de casa y llegar al coworking te ayuda también a establecer una rutina diaria y mantener un horario mucho más estructurado.
No olvides, además, que contarás con todo lo necesario para mejorar tu productividad: un espacio de trabajo cómodo y con luz natural, Internet de alta velocidad, salas de reuniones equipadas para atender visitas o realizar videollamadas, servicio de recepción ¡y mucho más!
Reducir el estrés
Otro de los beneficios del coworking para la salud mental es, sin duda, la reducción del estrés y la ansiedad. Al trabajar en un ambiente colaborativo, los coworkers pueden sentirse más apoyados y sentir que forman parte de una comunidad.
Como ya hemos comentado, el coworking facilita, además, la flexibilidad en el trabajo para conciliar tu vida personal y profesional, mejora la productividad y reduce el aislamiento social. Y todo esto se traduce en coworkers más felices y menos estresados.