Han pasado ya unos meses desde que empezó el año y aún sigues trabajando en casa. Eres autónomo, tú mismo gestionas tu propio horario y tienes la libertad de trabajar desde el lugar que quieras. ¿Tus necesidades laborales? Ordenador e internet. Al principio de ser freelance te parecía atractiva la idea de trabajar desde el sofá de tu casa, poder espachurrarte como quisieras y hacer una siesta sin tener que justificarte.
¿Qué ha pasado para que desees irte de casa? ¿Ha ocurrido alguna cosa para que busques cualquier excusa para marcharte? Los que hemos desempeñado nuestras obligaciones laborales desde casa sabemos perfectamente que llega un momento en que necesitas plantarte y decidir: tu casa o tú. La soledad es tu principal enemiga. Aunque a priori trabajar desde tu propio hogar parece tentador, a corto plazo resulta terrible.
Las paredes te caen encima, tienes todas las distracciones y tentaciones a menos de dos metros y no existe nadie con quien puedas establecer una conversación. Somos seres humanos y, como tal, estamos hechos para comunicarnos, para contarnos cosas y transmitirnos mensajes. Si no tenemos con quien hablar acabamos por odiar el silencio.
Por otro lado, por muy bonito que sea tu piso y tu barrio, te acabarás cansando de ellos. La mayoría necesitamos desconectar, ver cosas distintas, premiar a los ojos con caras diferentes, colores, calles, vida. Si decides trabajar desde tu hogar cada día del año, aquel cuadro que tanto adoras acabarás por quererlo quemar.
¿Necesitas colaboradores? La búsqueda de buenos profesionales no es tarea sencilla. En espacios de trabajo compartido, estás rodeado de coworkers que se dedican a sectores diferentes y con los que puedes establecer sinergias y relaciones laborales. Te lo garantizamos, no existe en el mundo mejor espacio para el networking que un coworking.
Y es que no nos vendemos, te contamos lo que conocemos a la perfección. El coworking nació para acabar con la soledad, salir de casa y ver mundo, establecer conexiones profesionales, conocer gente, hacer amigos y mucho más. ¿Aún no trabajas en un coworking? 😉